Estimado lector, algunos padres, sin saberlo, maldicen a sus propios hijos a través de las declaraciones airadas que les hacen a sus hijos. Los cristianos deben saber que los demonios siempre están esperando cualquier palabra negativa de su boca. Tan pronto como los demonios escuchen tu declaración negativa, correrán rápidamente e informarán esa declaración a Satanás. Luego, el diablo asignará demonios que cumplirán la declaración que usted, como padre, ha hecho en la vida de ese niño.
12 Declaraciones que maldicen a tu propio hijo o hija.
1- Usted es inútil.
Los demonios del fracaso y la miseria invadirán a ese niño. Se necesitarán muchas oraciones para liberar a ese niño.
2- Este niño no tiene remedio.
Los demonios de la desesperanza y el fracaso atacarán a ese niño.
3- Este niño no sirve para nada.
Los demonios de la inutilidad atacarán a ese niño.
4- No eres mi hijo.
Tu hijo crecerá como un huérfano. Ese niño puede terminar convirtiéndose en una persona sin hogar.
5- Eres estúpido.
Los demonios de la estupidez atacarán a ese niño. Es posible que ese niño nunca sobresalga en la escuela ni en la vida.
6- Nunca lo lograrás.
Los demonios del fracaso invadirán a ese niño. Ese niño nunca tendrá éxito en la vida, como usted, el padre, dijo.
7- Este niño es malvado.
Los demonios de la maldad invadirán a ese niño. El comportamiento de ese niño siempre se inclinará hacia la maldad.
8- Estoy harto de este niño.
Demonios de la muerte invadirán ese niño.
9- Mira este animal.
Si llama a su propio hijo un animal, ese niño dejará de estar en la categoría de humanos. Satanás asignará demonios que convertirán a este niño en una bestia.
10- Que vergüenza sea tuya.
La gloria de Dios puede desaparecer de ese niño. Satanás asignará demonios de la vergüenza a ese niño. El favor y el honor siempre desaparecerán de ese niño.
11- Ojalá este niño no hubiera nacido.
Los demonios de la muerte siempre rodearán a ese niño.
12- Creo que este niño tiene demonios en la cabeza.
A Satanás le gustará esta declaración. El diablo inmediatamente ordenará a cientos de demonios que entren en su hijo.
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. (Santiago 3:10).
Ten cuidado con las palabras que declaras sobre tus hijos. Procura siempre que tus palabras sean para bendecir y no para maldecir, que den vida y no muerte, seamos conscientes que como cristianos somos llamados a usar correctamente nuestra boca. La única forma en que debemos usar nuestra boca es para bendecir y mencionar solo las maravillosas cosas que Dios ha hecho con nosotros y a nuestro alrededor: “Manantial de vida es la boca del justo.” (Proverbios 10:11).
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