Señor en este día y te pido me revistas con tu Santo Espíritu para poder ser esa sal y esa luz en la vida de aquellos que me rodean. Te pido perdón por las veces en las que te he fallado, por las veces en las que no he sabido actuar como esperas de mi, perdón por las veces en las que me he sentido que no valgo nada cuando tú diste tu vida por mi y nadie nunca podrá pagar por el valor que tú me has dado.
Te pido me recuerdes cada día de mi vida mi valor, que no permitas nunca que nadie intente humillarme o hacerme ver que no valgo nada. Aumenta en mi la fe y el amor propio. Enséñame a cuidar todo lo que me has dado; mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.
Señor dame de tus ojos para poder discernir tu verdad, guía siempre mi corazón hacía ti mi amado Jesús. Llévate toda mi angustia y no permitas que dude ni un instante de tu amor y tu providencia. Llena mi vida de luz Jesús y hazme regresar siempre a tus brazos, si en algún momento suelo apartarme de ti.
Estoy consciente de que me has dado las herramientas pero a veces no se cómo usarlas. Dime tú cómo hacerlo. Espero en ti, confío en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario