jueves

MAMÁ SOLTERA


"MAMÁ SOLTERA" 

La gente te mira, te señala, piensan que fuiste una mala mujer o que anduviste de cabrona y por eso te dejaron. Se burlan de ti...
Tu solo piensas:_ ¿Que vamos a comer mañana?
Mi hijo se enfermó y sólo tengo 200 pesos en la bolsa.
Le gustó ese juguete que estaba en el mostrador y te dolió el alma, pero tuviste que decirle que no.
Revisas una vez más tu bolso para ver si encuentras unos pesos más, y nada...
Vas por la calle desesperada mirando a ver si encuentras un letrero de empleo, preguntas y no cuentas con los requisitos porque no terminaste con tus estudios.

El mundo se te viene abajo...
Llegas a casa, abrazas a tu hijo y lo duermes en tus brazos.
Lloras, te rompes, te haces mierda...
No duermes en toda la noche, ya pensaste mucho y no resuelves nada.
Llega la mañana, tu hijo se despierta con una sonrisa.
Mientras él sonría no importa nada.

Un día pregunta por papá...
Habla de él con tanto amor.
Te causa rabia que lo quiera, porque el maldito ni siquiera recuerda que existe.
Pero no puedes hablar mal de su padre, no le vas a llenar su pequeño corazón de rencor...

Mirate, estás agotada, esas ojeras delatan tus insomnios, y ese cabello desarreglado, tus pocas ganas de seguir...
La soledad te está matando, ya lloraste demasiado.
Pero, al final de todo aparece tu pequeño amor gritando y corriendo por toda la casa, sin querer te ve llorando, te mira a los ojos, va por un pedazo de papel, te limpia las lágrimas y te dice:-
TE AMO MAMÁ

En ese momento tu mundo se vuelve a construir.
Entonces te das cuenta que por él vale la pena luchar un día más...


sábado

Un Verdadero Angel Reflexion

La Historia de un verdadero Ángel:

Había una vez una niñita sentada en un parque. Todos le pasaban por el lado y nunca nadie se detenía a preguntarle que le ocurría.

Vestida con un traje descolorido, zapatos rotos y sucios, la pequeña niña se quedaba sentada mirando a todo el mundo pasar. Ella nunca trato de hablar, no dijo una palabra. Muchas personas pasaron pero nadie se detuvo.

Al día siguiente yo decidí volver al parque a ver si la pequeña niña estaba ahí.  Sí, ahí estaba.

 En el mismo lugar en el que estaba ayer. Con la misma mirada de tristeza en sus ojos.

Me dirigí hacía ella; al acercarme noté que en su espalda había una joroba. Ella me miró con una tristeza tan profunda que me rompió el alma.

Me senté a su lado y sonriendo le dije:”hola”. La pequeña me miró sorprendida y con una voz muy baja respondió a amigo sólo puede ser medido con el corazón.