martes

Mi boya la constituyen mis hijos

Hablando con una amiga en estos días, me hizo saber que se sentía desanimada, y sin ganas de seguir hacia adelante. Estaba estancada en su vida.


Y es que a veces parece que nos caen las siete plagas de Egipto todas juntas (que me entero que fueron diez)…

No es fácil lidiar con un matrimonio que se está derrumbando a pedazos, con un hijo adolescente rebelde, con la falta de un empleo, con el consiguiente deterioro de la situación económica, y con el sentirse que no tenemos nada que ofrecer al mundo.

Y es que todos, detalles más o detalles menos, nos hemos sentido así.

Hay una frase en Venezuela que más o menos dice: “ahora lo que falta es que me orine un perro”…

Pero por sobre todas las cosas, cuando tenemos hijos se nos hace más fácil encontrar razones para salir hacia adelante.

A veces caemos, siempre lo he dicho, y debemos de levantarnos.

No quisiéramos que nuestros hijos nos vean en el piso por el resto de nuestra vida. ¿Ese es el ejemplo que le vamos a dejar? ¿Así es que queremos que nos recuerden?

¡Pues NO!


[caption id="attachment_2632" align="alignnone" width="300"]Mi boya la constituyen mis hijos Mi boya la constituyen mis hijos[/caption]

Enseñémosle a nuestros hijos que podemos caer, pero que no nos quedamos en el piso. Que levantamos la cabeza, agarramos impulso, y nos levantamos de nuevo.

Así, cuando veamos a nuestros hijos en el piso, ¿qué les vamos a decir? Quédate en el piso Hijo(a), Levantarse cuesta y duele. Mejor quédate abajo…

Por eso, cada vez que veo que voy a caer, de inmediato pienso en mis hijos, y cual boya, me saca de una vez a flote… Claro, no voy a decir que el efecto es instantáneo, pero si hace efecto rápido…

Ajá, pero ¿y si no tienen hijos? Pues tendrán padres, tendrán hermanos(as), ahijados(as), primos(as), compadres o comadres, amigos(as), y cualquier cantidad de personas que no queremos que nos vean en el suelo.

Búsquense una boya. Yo tengo la mía (y de a dos)…

No hay comentarios:

Publicar un comentario